DIRECTIVA DE RETORNO

 Denunciamos la dureza de las medidas adoptadas por el Parlamento Europeo contra la libre circulación de las personas.

 En 1.948 se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos,  y 60 años después el Parlamento Europeo con representantes españoles entre sus escaños endurecen las medidas aplicadas a las personas mal llamadas “ilegales”. El artículo 13 de los Derechos Humanos establece que “TODA PERSONA TIENE DERECHO A CIRCULAR LIBREMENTE  Y ELEGIR SU RESIDENCIA EN EL TERRITORIO DE UN ESTADO”.

 El endurecimiento de la política de inmigración es un atentado contra la libertad de movimiento de las personas porque sufrirán “detenciones sin control judicial, encerrarán a los ilegales hasta 18 meses, y donde hasta los niños pueden ser expulsados en cualquier momento hacia un país que ni siquiera sea el suyo”. Todo ello repercute intensamente en aquellos ciudadanos que buscan un lugar donde vivir y trabajar dignamente. Hombres y mujeres que vienen de lejos con la esperanza de encontrar un mundo mejor donde levantar un nuevo hogar y disfrutar de escuelas públicas, sanidad pública y servicios que favorezcan la integración de los más desfavorecidos. De contribuir con su trabajo y sus impuestos a engrandecer nuestro país y el suyo. Hombres y mujeres que salen de su país buscando la posibilidad de emprender nuevos proyectos de vida. Hoy son muchos los ciudadanos del mundo, los mal llamados “sin papeles”, que son vecinos nuestros y cuidan de nuestros mayores y se entregan de sol a sol a realizar trabajos que nuestros parados rechazan, con sueldos y en condiciones muy precarias.

 Hombres y mujeres llenos de ilusión por encontrar un mundo mejor más allá del lugar que les vio nacer. Hombres y mujeres cargados de sueños por encontrar el espacio donde poder llenar su vida con los avances del país desarrollado, que tanto nos ha costado conseguir, pero que debemos ser capaces de compartir con todos aquellos que hoy lo necesitan como nos ocurrió a los españoles en años no muy lejanos que nos faltaba libertad, pan y Paz.

25 de junio de 2008